El día más feliz de tu
vida no tiene por qué
provocarte estrés financiero
Tu boda será una hermosa experiencia,
con una buena estrategia de ahorro.
7 pasos para empezar tu primer día
de casados sin tener una gran deuda
Habla de finanzas con tu pareja
Tocar el tema del dinero puede parecer poco romántico, especialmente en medio de la emoción de comenzar una vida juntos, pero no olvides que se trata de un tema fundamental en el que ambos miembros de la pareja deben estar de acuerdo para evitar malos entendidos.
Y no solo se trata de planificar la boda, también deben llegar al altar con expectativas claras sobre cómo repartirán los gastos una vez que vivan juntos, quién se encargará de qué, cómo van a ahorrar y cuáles serán sus principales metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
Viendo el panorama completo les será mucho más sencillo definir cuánto pueden gastar en su gran día y cuál es su capacidad máxima de ahorro y/o endeudamiento. Tomen en cuenta que al mudarse también tendrán otros gastos para los que deben estar preparados.
Define el presupuesto y la fecha tentativa
Ahora que ya saben cuánto pueden ahorrar o destinar cada uno para la boda, es momento de establecer un monto máximo con el que ambos estén de acuerdo, así como revisar si contarán o no con el apoyo financiero de sus padres u otros familiares, si prefieren esperar un poco más para poder ahorrar todo el dinero de la boda o si eligen adelantar la fecha y pagar algunos gastos mediante un préstamo.
Nosotros te recomendamos que siempre intenten ahorrar todo lo posible para que, si es necesario pedir un préstamo, este sea pequeño y no inicien su vida de casados con una gran deuda. Lo ideal es multiplicar lo que pueden ahorrar en conjunto mensualmente por la cifra que dé como resultado el presupuesto máximo establecido. Esa es la cantidad de meses que necesitan ahorrar.
Por ejemplo, si deciden tener una boda de $10,000 USD y pueden aportar $2500 USD de sus ahorros cada uno, les restaría $5000 USD por juntar. Digamos que pueden ahorrar $500 USD mensuales entre los dos, esto significa que necesitan ahorrar al menos 10 meses para conseguir lo que necesitan. Con esto en mente, ya pueden ir pensando en una fecha tentativa.
Si por cualquier razón prefieren casarse antes, digamos, en cuatro meses, podrían ahorrar $2,000 USD y solicitar un préstamo de $3,000 USD.
Hagan la lista de invitados
Puede parecer un poco pronto, pero necesitan tener un número aproximado de asistentes para saber qué tipo de salón o jardín de eventos es mejor para el gran día, de modo que todos estén cómodos. Este es el momento de definir a quiénes les darán doble boleto, por si quieren llevar pareja, y si será una boda apta para niños o no.
También es un buen momento para establecer si quieren una luna de miel nacional o en el extranjero y comenzar a tramitar renovación de pasaportes o visas, ya que los requerirán para adquirir los vuelos si deciden salir del país.
Elijan el lugar y la fecha
En este punto, ya tienen todo lo que necesitan para elegir el salón. Te recomendamos que el alquiler del espacio no supere nunca el 20% del presupuesto total para la boda, a menos que encuentren un paquete que también incluya cosas como el banquete, las flores y la música en vivo.
Comparen varias opciones de lugares, pero también varias posibles fechas, porque los costos tienden a subir cuando la fecha está muy próxima y cuando coincide con fines de semana largos por días de asueto. Recuerda que para apartar un salón generalmente es necesario dar un anticipo.
Planea la luna de miel
También parece pronto para esto, pero aunque la luna de miel es después de la boda, hay que planearla en cuanto tenemos la fecha definitiva porque los vuelos y los hospedajes tienden a ser más baratos mientras más anticipadamente los adquiramos. Si deciden salir del país, ya tendrán los pasaportes o las visas listas, o por lo menos en trámite.
Tomando en cuenta que la boda solo durará un par de horas y la luna de miel son varios días que van a disfrutar juntos, nuestra recomendación es que le den prioridad a destinos y hospedajes que realmente les hagan ilusión, y recorten gastos en otros aspectos menos importantes.
Piensen en los detalles de la boda
Esta parte va después del salón y la luna de miel, porque así ya sabemos cuánto presupuesto queda disponible para cuestiones como el vestido de la novia y el traje del novio, el banquete, la música, las invitaciones, la decoración, los recuerdos de boda, la cuota de la iglesia, las bebidas, etc.
Una boda hermosa no necesariamente es una boda costosa, y si la planean con suficiente antelación, hay muchas cosas en las que pueden ahorrar, por ejemplo, armando los centros de mesa o los recuerdos ustedes mismos.
Si hay suficiente presupuesto, pero no hay demasiado tiempo para planear y organizar, puede que les convenga contratar la ayuda de un wedding planner. Así, ustedes solo se preocupan por explicarle a un planeador profesional cómo quieren exactamente su boda, y él se encarga de todo lo demás. Obviamente, en este caso se trata de un gasto adicional que también deben tomar en cuenta.
Organicen la lista de boda
Esta es la parte más divertida de planear una boda y sin duda una de las que provoca más ilusión. Al seleccionar los regalos de la lista, solo traten de elegir cosas prácticas que realmente vayan a usar con frecuencia, para que no se queden guardando polvo en sus cajas.
También pueden darle la opción a los invitados de depositarles cierta cantidad en una cuenta bancaria. No olviden especificar estos detalles en las invitaciones.
Tips extra para planificar tu boda
Paguen todo lo que puedan de la boda a meses...
Paguen todo lo que puedan de la boda a meses sin intereses, aunque puedan liquidarlo de contado, ya que esto les ayudará a mejorar su historial crediticio, y mientras podrán invertir su capital y ganar rendimientos.
Si ya tienen casi todo lo que necesitan...
Si ya tienen casi todo lo que necesitan, denle a los invitados la opción de obsequiarles dinero en lugar de mesa de regalos.
Hagan una gran depuración y vendan todo lo...
Hagan una gran depuración y vendan todo lo que ya no usen o lo que ya no van a usar una vez que inicien su nueva vida juntos. Inviertan el dinero que obtengan en un certificado de depósito.