¿Cómo alcanzar tus metas financieras?
Muchas de las metas que tenemos en la vida requieren dinero: comprar un carro, una casa, irnos de viaje, retirarnos tranquilos, etc. Para alcanzarlas, es fundamental poder desarrollar la inteligencia financiera: aquella que nos permite lograr nuestros propósitos a corto y largo plazo.
A veces las metas a largo plazo (5 años) pueden parecer grandes y lejanas. Dividelas en metas menores de corto plazo como un año. Cuando veas que has cumplido esa meta, te servirá de motivación. Como dice la canción, vamos “pasito tun tun”.
¿Cómo lograr tus metas de corto, mediano y largo plazo?
Si por ejemplo quieres comprar un carro (que sería una meta a mediano plazo) tu primera meta es conseguir el pago inicial para el mismo. Esto va a implicar que una vez hayas identificado el carro que quieres o necesitas y se ajuste a tus posibilidades tengas que obligarte a ahorrar para completar ese pago inicial.
El problema es que una vez completes el pago inicial deberás pagar una cuota al banco que te va a financiar el carro. Eso quiere decir que ya no vas a ahorrar para completar un pago inicial, sino que ahora vas a gastar en pagar una cuota del carro.
Inmediatamente entras en tu meta de mediano plazo, que es ordenar tus gastos. Vas a tener que revisar la prioridad de tus gastos para que puedas cumplir con tus nuevos compromisos. Una vez hayas terminado de pagar el carro, digamos en unos 3 o 4 años, la cuota que pagabas al banco en teoría te debería quedar libre para gastarlo, pero no sería lo ideal.
Ahora tienes la oportunidad de empezar a trabajar en tus metas de largo plazo, porque ya tienes capacidad de ahorro. Entonces ese dinero que antes le dabas al banco ahora está en tu poder. Conforme lo sigas guardando se acumulará y podrás realizar otros sueños más grandes que tengas.
Lo importante es que veas cómo pasaste de algo “simple” como ahorrar un inicial a completar el pago de un vehículo. Si eres inteligente con el uso de tu dinero puedes lograr muchas cosas. Cuando nos referimos a inteligencia no nos referimos al grado de genialidad que tengas, si no a la inteligencia financiera que irás acumulando.
Empezaste por un fin pequeño: completar el pago inicial del carro, seguiste pagando una cuota por el préstamo y ahora que terminaste de pagar el carro (meta de mediano plazo) ese dinero “que ahora te sobra” no lo vas a gastar, lo puedes ahorrar y acumular para tus futuros sueños (meta de largo plazo).
En principio lo puedes aplicar casi para cualquier cosa, así que mucha paciencia, desarrolla tu inteligencia financiera y mucha suerte.
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