NINJAS Financieros
¿CÓMO MANTENER LIQUIDEZ SIN SACRIFICAR RENTABILIDAD?
En el mundo de las inversiones, lograr un equilibrio entre liquidez y rentabilidad es esencial para una gestión financiera saludable. Tener liquidez significa contar con recursos disponibles para enfrentar gastos imprevistos o aprovechar oportunidades de inversión. Pero si todo el capital se mantiene en instrumentos líquidos de baja rentabilidad, como cuentas de ahorro o depósitos a corto plazo, se corre el riesgo de perder poder adquisitivo frente a la inflación.
Por otro lado, perseguir exclusivamente la rentabilidad puede llevar a comprometer la capacidad de respuesta ante emergencias financieras. Invertir todo el portafolio en activos ilíquidos como bienes raíces o bonos a largo plazo puede limitar la flexibilidad del inversionista, especialmente si necesita convertir sus activos en efectivo de forma rápida y sin pérdidas.
La clave está en la diversificación estratégica. Un portafolio bien estructurado debe contener una porción de activos líquidos para cubrir entre tres y seis meses de gastos, mientras el resto se orienta hacia instrumentos que generen retornos ajustados al perfil de riesgo del inversionista. Hoy en día, el mercado ofrece opciones intermedias —como fondos de inversión de renta fija de corto plazo— que permiten obtener mejor rendimiento que una cuenta de ahorros, sin comprometer del todo la disponibilidad.
En definitiva, mantener liquidez sin sacrificar rentabilidad requiere planificación, análisis de necesidades y una revisión periódica del portafolio. Es una fórmula que protege al inversionista en tiempos de incertidumbre y lo posiciona mejor para aprovechar las oportunidades cuando estas surgen.