10 años de la emisión de los Bonos Verdes
Los bonos verdes, como los define el Banco Mundial, son un acuerdo en virtud del cual los emisores toman en préstamo fondos de inversionistas y deben reembolsar dichos fondos a una tasa convenida al cabo de un plazo especificado. A diferencia de los demás bonos, este dedicado a un tipo específico de proyectos, la mejora ambiental.
Para que un bono sea considerado verde, la captación de capital de este debe ir destinado a proyectos en: energía renovable, eficiencia energética, prevención y control de la contaminación, gestión sostenible de recursos naturales, conservación de la biodiversidad terrestre y acuática, transporte limpio, gestión sostenible del agua y agua residuales, adaptación al cambio climático, economía ecológica y edificios ecológicos.
La primera emisión de bonos verdes fue realizada en 2008 por el Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés). A junio de 2018, había 91 proyectos admisibles y compromisos por un total de USD15,400 millones. De esos compromisos, se asignaron y desembolsaron USD8,500 millones en concepto de importes de bonos verdes para financiar proyectos en 28 países, y aún faltaba desembolsar otros USD6,800 millones.
A la misma fecha, según el reporte de “Green Bond” edición 2018 del Banco Mundial, los proyectos de energía renovable y eficiencia energética, y los de transporte limpio, representaban los sectores más importantes de la cartera de proyectos admisibles para la utilización de bonos verdes. En conjunto, estos dos sectores conforman aproximadamente el 69% de los compromisos con bonos verdes.
En Latinoamérica, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2015 dio su apoyo para la emisión de estos bonos para proyectos de eficiencia energética planeados por empresas de México. En octubre de 2017 dio asistencia técnica para la emisión de USD70 millones en bonos verdes en Colombia; y en 2018 dio también apoyo a bonos para proyectos de agricultura protegida en México.
En el caso de la República Dominicana hay dos proyectos importantes financiados por la emisión de bonos verdes: Tropicalia y el parque eólico de Montecristi.
El primero recibió financiamiento por parte de la IFC, BID Invest e inversionistas institucionales que suman USD119 millones, de los USD250 millones que costará el proyecto. Tropicalia se trata de un proyecto turístico ubicado en Miches, Samaná, que busca, en parte, tener un impacto social a través del empleo y el turismo sostenible.
El segundo, el cual recibió financiamiento de la IFC por USD80 millones, se trata de un parque eólico en Montecristi, buscando con este ampliar la matriz energética dominicana con proyectos de energía renovable.
Futuro de los Bonos Verdes
A pesar de que aun el tamaño de mercado mundial de los bonos verdes es marginal, tiene una trayectoria exponencial, es decir un crecimiento positivo y atractivo para este tipo de emisiones. Según cifra del Climate Bonds Initiative (CBI), una organización sin fines de lucro que promueve el financiamiento verde en el mundo, en el 2016 y 2017 las emisiones crecieron a tasa superior del 100%, y en el 2018 tuvo un leve crecimiento de 4.2%, la calificadores Moody´s atribuyo esta baja a la volatilidad de los mercados financieros globales.
Es importante destacar, que estas emisiones mayormente la protagonizan bancos en desarrollo, pero en los últimos años se han observado la apertura de emisiones corporativa, lo que produce aún más un crecimiento en los sectores de renta fija.
Por lo que se prevé que en 2019 el mercado de bonos verde apuesta por un mayor crecimiento, fortalecido por las políticas públicas para impulsar proyectos de innovación y financiamiento verde en algunos países.