Sección Internacional
ARGENTINA GIRA BRUSCAMENTE E IMPONE CONTROLES CAMBIARIOS
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha impuesto controles de capitales en un brusco giro de la política diseñada para contener la escalada de la crisis financiera del país.
En una rara intervención, el banco central ordenó a los exportadores repatriar moneda extranjera de la venta de sus productos en cinco días, entre otras medidas. Las empresas requerirán la autorización del banco para comprar dólares en el mercado de divisas, excepto en los casos de comercio internacional. Por otra parte, se impondrá un límite a las compras en dólares por parte de los particulares argentinos de no más de US$10,000 al mes.
En un comunicado difundido posteriormente el domingo, el Fondo Monetario Internacional describió la medida como “gestión del flujo de capitales” y declaró que seguirá apoyando a Argentina “en estos tiempos difíciles”. El Gobierno de Macri anunció planes para renegociar los pagos de unos fondos de US$44,000 millones que ha recibido del FMI en préstamos.
En declaraciones en la televisión nacional, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dijo que aunque las medidas puedan ser incómodas evitarían peores resultados. “Argentina parece un círculo donde cada tanto volvemos al mismo puerto. Este no es el puerto que soñamos”, dijo. “Ahora el desafío es, pase lo que pase, gane quien gane la elección, el desafío es atracar el barco en el muelle el 10 de diciembre, no antes”. Esa es la fecha en la que termina el mandato de Macri.
Fuente: Bloomberg
PAQUETE DEL BCE PODRÍA INCLUIR RECORTE DE TASAS, NUEVA ORIENTACIÓN Y MEDIDAS COMPENSATORIAS PARA BANCOS: FUENTES
Los responsables de la política monetaria del BCE se inclinan por un paquete de estímulo que incluya un recorte de tipos, una promesa reforzada de mantener las tasas bajas durante más tiempo y una compensación a los bancos por los efectos secundarios de los tipos negativos, según fuentes familiarizadas con la situación.
Muchos también están a favor de reiniciar la compra de activos, un arma significativamente más poderosa, pero la oposición de algunos países del norte de Europa está complicando este asunto, agregaron las fuentes, que se negaron a ser nombradas.
Con la desaceleración del crecimiento económico mientras la guerra comercial mundial amenaza con recrudecerse, el BCE ha prometido anunciar más estímulos en la reunión que se llevará a cabo el 12 de septiembre, dejando que los mercados se limiten a adivinar cuál será la composición del paquete de medidas.
Las fuentes agregaron que no había razón para escalonar los movimientos de estímulo en varias reuniones, incluso a pesar de que todavía es probable que aumente la incertidumbre del Brexit. Pero también dijeron que era vital que el BCE dejara algunas herramientas sin usar para que Christine Lagarde, que sucederá a Mario Draghi en la presidencia el 1 de noviembre del presente año, las despliegue en caso necesario.
Las compras de bonos son especialmente controverciales porque el BCE se está acercando a los límites de emisión autoimpuestos, por lo que cualquier programa sustancial corre el riesgo de obligar a los responsables de la política económica a abandonar sus propias normas y arriesgarse a que las medidas acaben en los tribunales.
El BCE puso fin a un plan de compra de bonos de 2,600 millones de euros (2,900 millones de dólares) en diciembre 2018 y parecía dispuesto a subir las tasas de interés este año a medida que la economía se recuperaba.
Pero el clima de los inversionistas se ha deteriorado rápidamente desde que la guerra comercial redujo las exportaciones, el Brexit minó la confianza y una desaceleración en China debilitó la demanda.
Dado que los bancos ya están sufriendo la ralentización, se espera que cualquier recorte de tasas vaya acompañado de un tipo de depósito de múltiples niveles, lo que exime a los bancos de algunos de los cargos punitivos del BCE por mantener depósitos a la vista.
El tipo de interés de los depósitos del BCE se sitúa actualmente en -0.4% y, para reforzar la confianza, es probable que el BCE revise su promesa de mantener los tipos bajos.
El BCE pretende actualmente mantener los tipos en los niveles actuales o inferiores al menos hasta el primer semestre de 2020, y es probable que la nueva orientación reduzca el énfasis en los plazos específicos para el cambio, agregaron las fuentes.
Fuente: Reuters
EL RENDIMIENTO DEL TESORO A 10 AÑOS CAE A JULIO DE 2016, BAJO CUANDO EL ÍNDICE DE FABRICACIÓN ISM ENTRA EN CONTRACCIÓN
Los rendimientos del Tesoro cayeron el pasado martes 3 de septiembre cuando los inversores se enfrentaron a signos de que el sector manufacturero de EE. UU. podría haberse reducido el mes pasado, otro indicador de que la economía podría estar en recesión.
Las preocupaciones persistentes sobre las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China también afectaron el apetito por el riesgo, ayudando a fomentar la compra de activos percibidos como refugios como los bonos y el oro.
¿Qué están haciendo los mercados?
El rendimiento de la nota del Tesoro a 10 años cayó 3.4 puntos básicos a 1.47%, su nivel más bajo desde julio de 2016. La tasa de nota a 2 años cayó 4.2 puntos base a 1.47%, su nivel más bajo desde septiembre de 2017, mientras que el rendimiento del bono a 30 años bajó 1.4 puntos base a 1.95%. Los precios de los bonos se mueven en la dirección opuesta de los rendimientos.
¿Qué impulsa los mercados?
Los inversores vieron otra señal de que las cadenas de suministro mundiales están siendo sacudidas por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El índice de manufactura del Institute for Supply Management cayó en agosto a una lectura de 49.1, su nivel más bajo desde enero de 2016. Cualquier lectura por debajo de 50 indica una contracción en la actividad, y es uno de los muchos indicadores que podrían reflejar la creciente probabilidad de una recesión.
Las esperanzas de una resolución para las tensiones comerciales se vieron afectadas luego de que Bloomberg News informara que ambas partes habían luchado por alcanzar un acuerdo sobre un cronograma para las conversaciones comerciales. La expectativa de que el exceso de incertidumbre comercial afectará a los mercados financieros en los próximos meses ha ayudado a estimular la demanda de bonos del Tesoro.
Los inversores también se vieron sacudidos por los temores geopolíticos de un Brexit sin acuerdo, lo que elevó los precios de los bonos del gobierno europeo al alza y redujo sus rendimientos.
Fuente: MarketWatch