NINJAS Financieros
¿TIENE ALGÚN IMPACTO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA LAS TASAS DE INTERÉS DE LA FED?
En un mundo globalizado, las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) trascienden sus fronteras y repercuten en economías abiertas y pequeñas, como la de la República Dominicana. La respuesta es clara: sí, las tasas de interés de la Fed sí tienen un impacto significativo en nuestro país.
En primer lugar, las tasas de la Fed ejercen presión sobre el costo del crédito externo. Cuando la Fed incrementa sus tasas, los instrumentos financieros denominados en dólares, como los bonos soberanos dominicanos, se encarecen. Esto significa que, al emitir deuda internacional, el Estado dominicano paga más intereses. Por ejemplo, si las tasas del Fed suben en 1.5 %, las finanzas públicas se ven afectadas: el costo adicional en intereses puede alcanzar millones de dólares al año.
Además, un encarecimiento del crédito externo suele ser acompañado por un alza en las tasas domésticas, ya que el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) busca preservar el diferencial de tasas para evitar salidas de capital. Esto enfría el consumo privado y la inversión.
Otro canal clave es la demanda externa. Una Fed en alza puede frenar el crecimiento de EE. UU., lo cual se traduce en menores remesas, menos turistas disfrutando del país y una caída en las exportaciones dominicanas.
Un análisis económico más técnico respalda esta interconexión. Estudios basados en modelos FAVAR han demostrado que los shocks monetarios de EE. UU. afectan la economía dominicana principalmente por su impacto sobre la demanda externa y el tipo de cambio. Con tasas más altas en EE. UU., aumentan las tasas locales, caen las reservas internacionales y se reducen las remesas.
Por último, desde una visión de política monetaria reciente, existe evidencia de que el BCRD acompaña con cautela los movimientos de la Fed. Por ejemplo, cuando la Fed afloja su política, el BCRD suele recortar sus propias tasas para sostener el diferencial y preservar la estabilidad cambiaria e inflacionaria.
En un entorno globalizado, ignorar estas interdependencias sería pasar por alto una parte clave del contexto macroeconómico dominicano.