El 30 de junio pasado nuevamente el Banco Central de la República Dominicana aumenta la tasa política monetaria (TPM), esta vez en unos 75 puntos básicos, pasando de 6.50% a 7.25% anual. En adición, para contribuir a contrarrestar las presiones inflacionarias el BCRD ha reducido significativamente el excedente de liquidez del sistema financiero mediante operaciones de mercado abierto y el retorno de los recursos prestados durante la pandemia que apoyaron a las empresas a reactivar sus operaciones. Las autoridades a través de esta medida procuran impactar a la convergencia gradual de la inflación a su rango meta de política monetaria (4 % ± 1 %).
Las razones que motivan nuevamente el aumento de la TPM es la persintencia de los conflictos geopolíticos y los choques externos económicos. La inflación continúa siendo afectada por el aumento significativo de precio del petróleo y otros commodities, los elevados costos del transporte internacional y otras disrupciones en las cadenas de suministros, así informa la institución.
A pesar de la situación inflacionaria actual, la autoridad en su discurso público que aun prevé que el crecimiento económico se ubicará en un 5% para final del 2022, la cual será una de la más altas entre las economías latinoamericana y las economías emergentes, pese al escenario internacional. Así mismo, comunica sobre le impulso de la demanda interna, mediante el crédito del sector privado en moneda local, tornándose alrededor de 12.5% en el mes de junio, principalmente por el consumo, adquisición de vivienda, construcción y agropecuaria.
PRECIO DEL PETRÓLEO WTI
El último precio que presentó el mes de mayo del barril de crudo West Texas Intermediate fue de USD$ 114.67, frente a los USD$ 114.67 del mes de abril, lo que supone un aumento del 10%.
Respecto a la variación interanual, el crudo presenta un aumento del 73%.
INFLACIÓN
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), del mes de mayo registró una variación de 0.46% con respecto al mes de abril de 2022, mientras que la inflación interanual, medida desde mayo de 2021 hasta mayo 2022, se situó en 9.47%.
CARTERA DE CRÉDITO
El saldo de la cartera de préstamos del sector privado consolidado obtuvo un saldo de RD$ 1, 512, 581. 50 al 31 de mayo del 2022 mostrando un crecimiento interanual de un 14 %.
RIESGO PAÍS
El Emerging Market Bond Index (EMBI) de la República Dominicana cerró en mayo de 2022 en un 4.11%, disminuyendo en 6 puntos base respecto al mes anterior. Por otro lado, el EMBI latinoamericano cerró en 4.16%. Con este resultado, el EMBI de República Dominicana se ubica 5 puntos base por debajo del EMBI Latinoamericano.
Mary Daly, presidenta de la Reserva Federal de San Francisco expresó que Reducir la inflación es la "prioridad número uno" del banco central de Estados Unidos, y es poco probable que el aumento de las tasas de interés para lograrlo provoque una recesión.
El alza de 75 puntos básicos de las tasas de interés por parte de la Fed a un rango del 1,5% al 1,75%, "sitúa la política monetaria en una senda expedita hacia la neutralidad a finales de año", dijo Daly en un discurso en la Universidad de Chapman el viernes 24 de junio. "Después de eso, veo que el siguiente paso probable es un endurecimiento adicional más allá de la neutralidad".
Exactamente a dónde tienen que llegar las tasas dependerá en gran medida de factores que están fuera del control de la Fed, señaló. "Si la oferta sigue siendo insuficiente y la inflación sigue siendo alta, tendremos que hacer más", dijo Daly. "Si las condiciones mejoran y la oferta se recupera, podemos hacer menos".
En cualquier caso, dijo, es probable que la economía se ralentice y que la tasa de desempleo aumente desde el nivel actual del 3,6%.
Sin embargo, no es probable que se produzca la dolorosa recesión de la década de 1980, la última vez que la Fed subió las tasas bruscamente para luchar contra la alta inflación, señaló.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) admitió el viernes 24 de junio que Estados Unidos tendrá dificultades para evitar la recesión, porque son muchas las incertidumbres que pueden provocar que la economía pase de la desaceleración a la caída.
Aunque reconoció que EE. UU. se recuperó con fuerza tras la pandemia, la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, en la presentación del informe sobre el artículo IV, señaló que dicha remontada ha tenido efectos colaterales dañinos, empezando por la inflación y el encarecimiento energético, que, junto con otros problemas derivados de la invasión rusa de Ucrania o de la crisis de suministros, hacen que la situación sea "inevitablemente, más difícil".
En el informe, el FMI reconoce que se espera una desaceleración de la economía estadounidense para el periodo 2022-2023, pero admite que el riesgo de recesión está ahí.
El artículo IV recuerda que la elevada inflación se ha convertido en un problema con riesgos sistémicos tanto para Estados Unidos como para la economía global. Por eso, recalca que la prioridad de la política económica de EE. UU. debe ser la "reducción" de los precios y de los salarios de forma "paulatina" para evitar que se "precipite" una recesión.
"Confiamos en que la Fed será efectiva en la reducción de la inflación, permanecerá pendiente de los datos y, si las condiciones cambian, decidirá claramente qué política aplicar. Eso es importante no sólo para Estados Unidos, sino también para la economía mundial", dijo la directora del FMI.
La Comisión Europea (CE) prevé emitir en el segundo semestre de 2022 bonos por €50,000 millones para financiar el fondo de recuperación pos pandemia, que se complementarán con salidas adicionales de letras a corto plazo.
Desde el inicio de sus operaciones en el mercado de deuda en junio de 2021, el Ejecutivo comunitario ha captado en los mercados €118,500 millones en bonos, incluidos €28,000 millones en bonos verdes, para financiar el fondo Next Generation, que tendrá una dotación total de €800,000 millones hasta 2026.
En lo que va de año, la Comisión ha emitido €47,500 millones en bonos y aún prevé realizar otra subasta el 27 de junio para completar su objetivo de financiación de €50,000 millones del primer semestre, el mismo que ha fijado para el segundo.
“Partiendo de nuestro buen desempeño como un emisor a gran escala, en la segunda mitad de año seguiremos apoyando la recuperación, la financiación de las transiciones verde y digital y la resiliencia de Europa a largo plazo a través de la financiación de mercado”, dijo este viernes en un comunicado el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn.
Además de los €50,000 millones para el fondo de recuperación, hasta finales de 2022 la Comisión Europea podría emitir otros €6,600 millones para financiar los préstamos del fondo contra el desempleo SURE si los países solicitan dinero del mismo, así como hasta otros €9,000 millones para apoyo macro financiero para Ucrania, aunque Bruselas aún no ha hecho una propuesta concreta sobre este último punto.
La Comisión seguirá utilizando tanto subastas como emisiones sindicadas para colocar los bonos a largo plazo, así como subastas de letras a corto plazo, con el fin de tener “las mejores condiciones de mercado” y poder responder a las necesidades de pago de los Estados, indicó la institución.
Hasta ahora, Bruselas ha desembolsado €100,000 millones en fondos de recuperación a los Estados, incluidos €19,000 millones en subvenciones para España, primer beneficiario del Next Generation.
Con una guerra como telón de fondo, una inflación disparada como protagonista y tasas de interés escalando a toda velocidad como trama, la película que retrata América Latina parece ser compleja. A pesar de que los mercados financieros de la región mostraron resiliencia a principios de año, la situación se endureció en abril, algo que cambió la proyección de crecimiento económico.
Al igual que en el resto del mundo, la dinámica inflacionaria en América Latina y el Caribe se ha acelerado, advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esto se agrava debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía global y está afectando negativamente el crecimiento general.
En su más reciente informe, el Banco Mundial prevé que el desarrollo regional se desacelerará marcadamente hasta llegar al 2.5% en 2022, luego de un repunte posterior a la pandemia del 6.7% en 2021. Aunque sea una proyección “negativa”, luce “mejor” que lo pronosticado hace unos meses, cuando la posicionó en un 2.3% en para este año.
Con esa perspectiva, se esperaba que el producto interno bruto (PIB) regional creciera un 2.2% más en 2023, sin embargo, ahora el crecimiento se desacelerará aún más a solo un 1.9%, antes de repuntar ligeramente a un 2.4% en 2024. Estos resultados se posicionan entre los más bajos del mundo, advierte la entidad.
Inflación
La guerra entre Rusia y Ucrania, además de provocar un menor crecimiento esperado para las economías de América Latina y el Caribe, provocará una lenta recuperación del empleo y una mayor inflación. Esta última aumentó por encima de las metas de los bancos centrales en muchos países. Las medidas generales para enfrentar la inflación, así como los precios de los alimentos y los combustibles, se aceleraron. A marzo de 2022 se estima que la inflación regional fue de 7.5%, y de acuerdo con la CEPAL, muchas entidades financieras de la región anticipan que se mantendrá elevada en lo que resta de año.
En respuesta, las autoridades monetarias subieron las tasas de interés en muchos casos, y se indicó que se producirán nuevos incrementos. En el caso de República Dominicana, expertos explican que no es motivo de preocupación. La política monetaria de los bancos centrales de la región se tornó más restrictiva y en algunos países alcanzó niveles similares a los observados 2017.
Crecimiento
A pesar de los pronósticos, Panamá (con un crecimiento proyectado de 6.3%), Colombia y República Dominicana son los tres países con las mejores perspectivas de aumento del PIB para este año, según el Banco Mundial. Por su parte, para la Cepal, la media isla será la segunda nación con mayor crecimiento en el 2022, alcanzando los 5.3%.
Los menos favorecidos son México y Chile (ambos con un crecimiento estimado de solo 1.7%), seguidos por Brasil y Paraguay, mientras que Haití es el único país de la región que tendría una contracción económica de -0.4%.
Según las más recientes estimaciones entregadas por la Cepal, se prevé un crecimiento promedio de 1.8% para la región. Las economías de América del Sur crecerán 1.5%, las de América Central más México un 2.3%, y las del Caribe crecerían un 4.7% (excluyendo Guyana).
Esto se debería a que los precios de las principales exportaciones de América Latina y el Caribe serán sustancialmente más altos en 2022. Es decir, los ingresos de exportación y la situación fiscal de algunos países productores de insumos básicos regionales se están beneficiando, pero los efectos económicos positivos se verán contrarrestados por el aumento de los precios al consumidor y el incremento de las tasas de interés tanto nacional como mundial.
También se suma que las políticas fiscales y monetarias se basarán ampliamente en el crecimiento a corto plazo, a medida que las autoridades monetarias restringen las políticas para combatir la inflación y continúe la retirada del apoyo fiscal relacionado con la pandemia.
El Banco Mundial agrega, además, que una respuesta lenta de la producción de algunos productos básicos y el acrecentamiento de los costos de la energía y los fertilizantes, también afectarían el crecimiento de la región. La Cepal por su parte, alerta sobre un crecimiento más lento de lo esperado en los principales socios comerciales de América Latina y el Caribe. Esto debilitaría aún más las perspectivas regionales.
A todo lo anterior se suma la escasez mundial de fertilizantes vinculada a la guerra de Ucrania que, como advierte el Banco Mundial, provocará un aumento de los precios de los alimentos. También está el hecho de que la inflación podría permanecer por encima de lo establecido, lo que requeriría un endurecimiento monetario más rápido, y podría desencadenar una desaceleración regional aún más pronunciada.
La balanza comercial de República Dominicana con Estados Unidos es cada vez más pronunciada a favor de la nación del norte, debido a que las importaciones desde ese país aumentan cada año en una proporción mucho mayor que las exportaciones dominicanas hacia allá.
El año pasado las exportaciones dominicanas hacia Estados Unidos sumaron US$6,331.1 millones y desde allá el país importó US$10,673.2 millones, para una balanza negativa de US$4,342.1 millones, es decir, una proporción de 62.8 a 37.2 a favor de esa nación.
En lo que va de este año (enero-abril), de acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las exportaciones locales hacia esa nación suman US$2,184.5 millones, pero las importaciones son casi el doble, con US$4,047.5 millones.
Sin embargo, no siempre fue así. Durante varios años en las últimas tres décadas, República Dominicana mantuvo una balanza comercial positiva en su intercambio con Estados Unidos, aunque se debió a tratos preferenciales expresados en acuerdos que luego perdieron vigencia o fueron sustituidos.
Uno de ellos fue la Iniciativa de la Cuenta del Caribe (ICC), un programa económico establecido por ley en Estados Unidos con vigencia desde el 1 de enero de 1984 para la recuperación económica de los países de la región, entre los cuales está República Dominicana. Esta iniciativa, que se mantiene vigente para algunas naciones, permitía la entrada de productos a cero aranceles a esa nación, siempre que procedieran de los países beneficiarios. Específicamente los países de Centroamérica y el Caribe.
El cambio en la balanza comercial se debe a la combinación dos de factores, uno que implicó la competencia de grandes naciones como China e India contra las exportaciones de zonas francas desde Centroamérica y el Caribe a Estados Unidos. El segundo, que pudo ser una oportunidad, de acuerdo a la manera de aprovecharlo, fue el tratado de libre comercio de Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos, conocido como DR-Cafta.
En el primer caso lo que ocurrió es que las zonas francas de exportación de confecciones se vieron afectadas a partir de enero de 2005, debido a la competencia de terceros países en el mercado de Estados Unidos cuando se le puso fin al Acuerdo de Textiles y Vestuarios (ATV) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Eso implicó que las economías compitieran más abiertamente con países como China e India, cuyas exportaciones a Estados Unidos ya no están restringidas por el sistema de cuotas.
Las zonas francas en República Dominicana fueron afectadas, especialmente de textiles, aunque luego se fueron transformando y recuperando. El DR-Cafta, que se firmó en 2004, aunque su vigencia data del 2007, no garantizó la continuidad de los beneficios de la ICC, por lo que la forma de competir era distinta.
Además, el aprovechamiento del DR-Cafta dependería de cuán hábiles fueran los gobiernos y empresarios de los países miembros para impulsar sus sistemas productivos hacia el mercado norteamericano.
Las estadísticas de intercambio comercial evidencian que Estados Unidos ha sacado más ventajas al DR-Cafta que República Dominicana, pues a partir de su entrada en vigencia la brecha de la balanza comercial es cada vez más ancha a favor de esa nación.
Otros mercados
República Dominicana no se ha limitado a ampliar sus exportaciones hacia Estados Unidos. En 2021 las exportaciones de dominicanas sumaron US$12,483.3 millones. De esa cantidad, el 50.7% fue exportado hacia Estados Unidos y el 49.3% al resto del mundo.
Además del DR-Cafta, República Dominicana tiene un Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea (EPA), así como el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica (Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras) También se incluye a Belice.
Está el TLC con la Comunidad del Caribe (Caricom) y el Acuerdo de Alcance Parcial con Panamá (AAPP), así como la ratificación del Acuerdo de Asociación Económica con los Estados miembros del Cariforo y el Reino Unido (AAE Cariforo-Reino Unido).
La llegada de turistas al país sigue creciendo, lo que mantiene activo el dinamismo del sector y hace más significativo su aporte a la economía nacional.
El ministro de Turismo, David Collado, informó ayer que durante el mes de junio llegaron al país 644,861 extranjeros lo que representa un crecimiento de un 9.9 por ciento más que la que se registró en el mismo periodo del 2018 y 2019.
Al presentar las estadísticas del comportamiento de la llegada de visitantes al país, Collado destacó las cifras récord que esta presentando el sector.
“Y como para muestra basta un botón les digo que este mes de junio, que acaba de finalizar, recibimos más turistas que en ese mismo mes del año 2018, del 2019 y el 2021. Por eso decimos con toda propiedad que logramos tener el mejor mes de junio de toda la historia del turismo”, afirmó el ministro Collado. Destacó el crecimiento sostenido que ha tenido el sector turístico en los primeros seis meses de este año, logro que atribuye a la recuperación total de la industria, gracias al esfuerzo de los sectores público y privado.
En la conferencia de prensa, donde estuvo acompañado de representantes del sector privado, Collado informó que 3,547,142 turistas visitaron el país en el primer semestre de este año, ingresando alrededor de US$4,000 millones a la economía nacional. Al destacar el impacto económico del turismo en la economía, Collado dijo que sólo en el mes pasado el sector generó más de 739 millones de dólares.
Informó que la ocupación en los hoteles supera el 71 por ciento en términos generales y la estadía, promedio, es de diez días. Los aeropuertos que recibieron el mayor flujo de visitantes fueron los de Punta Cana y Las Américas. Collado declaró que el crecimiento sostenido en la llegada de visitantes no es solo por la vía aérea, sino que también se registró por la vía marítima.
“72,689 cruceristas nos visitaron en junio, lo que representa un 25 por ciento más que los que llegaron en el mismo periodo del año 2019”, indicó el funcionario, quien dijo que en los meses por venir el turismo seguirá alcanzando números azules y pronosticó que este año cerrará con más de 7 millones de visitantes, “una cifra histórica en la llegada de turistas a República Dominicana”.
7 millones al cierre del 2022.
Las autoridades del sector turístico esperan que para el cierre de diciembre de este año, la cifras de llegada de turisticas alcancen los siete millones.
US$739 millones.
El ministro David Collado destacó que solo en junio el sector generó US$739 millones y la ocupación hotelera superó el 71%, siendo la estadía promedio de 10 días. Agregó que llegaron 72,689 cruceristas en junio, lo que representa un 25 por ciento más que los llegaron el mismo.