Protege tu negocio para que bailes tranquilo por la vida
Estoy tan agradecido de las lecciones que he aprendido en la vida. Ya estoy en una edad más madura y con la experiencia suficiente para darme cuenta que mi escuela de baile va por buen camino.
No siempre fue así, intenté emprender varias veces, sin éxito alguno. Pensaba que estaba destinado a ser empleado y renunciar a mi sueño de tener un negocio productivo que fuese mío.
Cuando fui a JMMB me di cuenta de todos los errores que estaba cometiendo. Tenía todas mis inversiones en un solo producto y no sabía lo importante que era combinar instrumentos de alto y bajo riesgo. Eso de tener todos los huevos en una misma canasta no me vuelve a suceder. También vivía el día a día. Dinero que entraba, dinero que ahí mismo se gastaba. Mi fallo fue no disponer de un fondo de emergencia para tener liquidez inmediata y afrontar imprevistos y por esto me endeudé.
¿Tener un seguro de negocios para protegerme de posibles accidentes? Eso era como hablar en japonés, algo que no entendía ni procesaba. Pero ahora sí, ya que tengo mejor entendimiento del riesgo operativo y sé que es vital para salvaguardar mi empresa.
Si algo me han enseñado estos tropiezos es que solo hay que sacudirse y esperar a que suene la próxima canción y continuar el baile, pero sobre todo eso, nunca dejar que los traspiés sean un freno por lo que realmente quieres lograr.
¿Quién me iba a decir que estaría abriendo una segunda sucursal, que yo sería empleador y que fruto de la pasión que me mueve haría que otras personas lleguen a sus casas con una sonrisa, felices porque aprendieron un nuevo paso de baile, porque vencieron un miedo o simplemente porque disfrutaron el momento?
Como ven, este negocio me ha dejado satisfacciones personales y claro, también financieras. No fue un proceso fácil ni corto y por mi desconocimiento cometí unos que otros errores que me han llevado a atesorar con el alma mi súper escuelita de salsa.