¿Por qué siento que ahorro cuando limpio mi despensa?

Por Susana
6 Agosto 2021

Una de las labores que más disfruto en mi hogar es tomar una tarde para limpiar y organizar mi nevera y la despensa. Normalmente, suelo hacer esta actividad dos o tres días antes de hacer la compra quincenal en el supermercado.

 

Esta rutina de limpieza tiene un impacto positivo en mi presupuesto y a continuación te explico las razones:

 

1. No malgasto en frutas y vegetales
Pasando un inventario de lo que ya tengo en la casa, no compro productos repetidos que no llegaré a consumir a lo largo de la quincena y que pueden dañarse en poco tiempo. Esto me permite enfocarme en comprar lo que sí necesito como ese guineo y el yogur que no falta en el desayuno diario de Pedro.

 

2. Tengo control de las fechas de vencimiento
Un truco que aprendí de mi mamá es el de acomodar las latas y frascos de acuerdo a la fecha de vencimiento, colocando en la parte delantera los que están más próximos a vencer y en el fondo de la despensa o nevera los que tienen más vida útil.

 

De esta manera me aseguro de consumir el producto dentro de su fecha y no tener que desecharlo porque se me olvidó en un rincón de la alacena.

 

3. Puedo organizar el menú de la semana
Sabiendo lo que tengo, puedo organizar por adelantado el menú de la semana, aprovecho todos los ingredientes que tengo en casa y enlisto los que me harían falta antes de ir al súper. Esto reduce el tiempo que duro en la cocina y, a la vez, maximizo mi presupuesto y despensa.

 

4. Ahorro energía
Aunque no lo creas, pararte a pensar con la puerta de la nevera abierta consume muchísima energía eléctrica.

Como ya tengo mi menú creado con antemano y conozco la lista de ingredientes con los que cuento, solo abro la nevera para sacar puntualmente lo que necesito y no debo quedarme desvariando sin saber si saco los huevos, la leche o el queso.

 

5. Voy al súper con una lista
Mis gastos se mantienen bajo control porque voy al supermercado con mi lista de imprescindibles y de antemano ya tengo un parámetro de cuánto puedo gastar para evitarme sorpresas de mal gusto–como cuando después de tener un carrito lleno sufres un mini-infarto en la caja cuando ves que el monto se está acercando al límite de tu presupuesto y la cajera sigue pasando artículos.

 

Si necesitas ayuda sobre cómo organizar tu presupuesto y que la ida al súper sea agradable, descarga en este enlace las plantillas que me facilitó mi asesor financiero de JMMB.

 

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